República Dominicana solo produce el 20% del pescado que consume
En la acuicultura de República Dominicana hay un importante auge, a pesar de los problemas existentes y todo indica que si se mantiene la consistencia en los pasos dados en los últimos años y se adicionan otros elementos que son vitales para esa actividad, se podrá seguir avanzando.
Hay crecimiento, especialmente de microproductores, que tienen uno y dos estanques. Las granjas que son un poco más grandes se han reactivado y la venta de tilapia no ha parado. La demanda sigue expandiéndose, a pesar de las importaciones que se realizan, de acuerdo con registros que se tienen.
Son importaciones que molestan a los acuicultores, pero es un ambiente de competencia en el que han aprendido a moverse. En el país está pendiente la realización de un censo pesquero y las cifras que se manejan no son muy certeras. Algunos números sobre las granjas existentes se ofrecen de oído. Pero entre todas las pequeñas y algunas que han cerrado, podrían existir alrededor de 150, según un cruce de datos realizado por elCaribe entre dueños de granjas, un expresidente de la Asociación Dominicana de Acuacultores (ADOA) y el Consejo Dominicano de Pesca y Acuicultura (Codopesca), que dirige Carlos José Then. Registradas hay 70 granjas o fincas, que van desde medianas a grandes. El país produce apenas cerca del 20 % de lo que consume a nivel de pescado, dice José Infante, encargado del Departamento de Pesca del Codopesca. “De hecho, se importa una cantidad que es más de cuatro veces lo que se produce localmente”, calcula.
Entre pesca y acuicultura (productos pesqueros en general), el país produce entre 18 mil y 20 mil toneladas, de las cuales entre 15 mil y 16 mil son de pesca y unas dos mil o tres mil proceden de acuicultura (productores que crían y multiplican). Dijo que a nivel mundial se está produciendo más de acuicultura, que lo extraído del mar y espera que en algún momento pueda darse algo así internamente. Aquí estamos rezagados aún, a pesar de que tenemos mucha agua y un clima tremendo y bueno para la tilapia. Es cuestión de tiempo y apoyo para que sigamos creciendo”, aseguró Infante.
Desde 2003 no se actualiza la data sobre la actividad pesquera nacional.
El censo agropecuario oficial le corresponde hacerlo a la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE) que incluiría la actividad pesquera.
Ese registro por parte de la ONE está paralizado desde 2015, cuando llegó a la etapa de precenso. Para entonces se informó que por falta de ocho millones de dólares no se pudo concluir el registro. En él estaban envueltas varias instituciones gubernamentales y se contaba con empuje de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Ministerio de Agricultura y otras entidades.
En las 150 granjas que se contabilizan de forma no oficial hay algunas dedicadas al cultivo de tilapia, camarones y cría de pacú y carpa. Pero la mayoría trabaja con tilapia. Una parte de las pequeñas granjas quiere incursionar en la producción intensiva, con tanques forrados de geomembrana, con diferentes sistemas dispositivos de aireación. La producción semiintensiva se va quedando atrás. Es de baja densidad de siembra. En los estanques más grandes se puede manejar desde 25 hasta 100 animales por metro cúbico. En la semiintensiva la relación es de uno a tres animales, porque se es muy dependiente del ambiente natural. El productor acuícola y expresidente de la ADOA, Máximo Nicolás, explica que “el bombeo del agua se hace cada vez más difícil y esos estanques que están en tierra (actividad semiintensiva) demandan alto costo, por el proceso de llenado y recambio, que a la vez amerita el uso de combustibles en las máquinas”. Eso significa, por ejemplo, que es mucho más fácil controlar una producción en un tanque de cinco metros de diámetro, que en un estanque con 100 metros de largo por 20 metros de ancho. El control es más efectivo y se trabaja en altas densidades. Se trata de un cambio importante con relación a lo que había antes. Se está tecnificando mucho la producción.
Nicolás asegura que con la nueva administración del Codopesca hay un cambio positivo, porque se ha mostrado acercamiento hacia el sector. “Al ser el subsector pesca tan grande y pocos los acuicultores, las autoridades anteriores dedicaban la atención a la pesca”, dijo.
En línea de apoyo con el Inespre y con el Infotep
El director ejecutivo del Codopesca, Carlos José Then, citó un levantamiento que se realizó para las provincias costeras, que incluyó los pescadores en general, no los productores acuícolas. “Nos reunimos con Miriam Guzmán, viceministra de Desarrollo Rural, con quien coordinamos que los cincuenta y tanto supervisores que tiene Medio Ambiente en el país nos vayan identificando los proyectos acuícolas en los campos, para nosotros diseñar estrategias y darles el apoyo que necesitan. También se está trabajando en sinergia con el Inespre, de suerte que los pequeños productores puedan vender sus pescados en los mercados de productores de esa institución”, indicó. El Codopesca está elaborando un convenio con el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) que permitirá impartir cursos técnicos a los productores existentes. Y con el Banco Agrícola está trabajando para acelerar el proceso de los fondos de financiamientos a tasa cero.
MARTIN POLANCO